martes, 1 de julio de 2014

El Listado de Girotti y el perdón de Dios

Pedro Luis Prados
Para la mayoría de los católicos es conocida la lista de los Siete Pecados Capitales propuesta por el papa Gregorio Magno en el siglo VI, pero es desconocida la lista de los Siete Pecados Capitales Sociales elaborada por el regente del Tribunal de la Penitenciaria Apostólica del Vaticano, cardenal Gianfranco Girotti, en 2008. A pesar de los esfuerzos por su divulgación poca atención han merecido a los gobiernos y a la grey católica universal, siendo su transgresión una de las prácticas más extendidas en el planeta.

Estos pecados en su orden son: 1) Realizar manipulaciones genéticas, 2) Llevar a cabo experimentos sobre seres humanos, incluidos embriones, 3) Contaminar el medio ambiente, 4) Provocar injusticia social, 5) Causar pobreza, 6) Enriquecerse hasta límites obscenos a expensas del bien común, 7) Consumir drogas. De ese listado los de más frecuentes violaciones por parte de empresarios y gobiernos son el 3, 4, 5 y 6 casi convertidos en Políticas de Estado en nombre del desarrollo. De manera que si hubiera posibilidad de sancionar a los culpables no habría capacidad en los nueve círculos del infierno de Dante.

Una retrospectiva de las acciones del gobierno que termina revela un sumario de escándalos, latrocinios, calumnias, coimas, sobrecostos, procesos amañados e impunidad y abre la posibilidad de clasificar las acciones del expresidente panameño a la luz del Listado Girotti para ubicar aquellas cosas que corresponden a las leyes de los hombres y las que corresponden a las leyes de Dios, pero nos deja un enredijo de causalidades en el que unas y otras faltas se entrecruzan en busca de los mismos propósitos.

Si bien es cierto que compró a diputados de la Asamblea Nacional dando origen a una de las más denigrantes cámaras legislativas que ha tenido el país, no se puede culpar del todo al ex presidente, porque igual culpa tienen aquellos que por inconsistencia moral y falta de escrúpulos aceptaron el soborno. De igual forma el escándalo Finmeccánica tiene protagonistas coludidos para delinquir en una operación de la cual no tenemos claros indicadores de responsabilidad y que involucra a políticos y empresarios a ambos lados del Atlántico.

La desmesurada secuela de contrataciones directas para obras de infraestructura a costos exorbitantes y sin claros criterios de planificación para favorecer a parientes y amigos, son imputables a una cadena de actores que con plena conciencia de la acción delictiva participaron de manera directa o indirecta, lo que convierte al presidente saliente en una pieza más en el prontuario de la memoria colectiva. Al igual que las generosas concesiones para las actividades comerciales en las terminales aéreas y puertos del país, los favoritismos en las licitaciones de suministros de equipos y materiales en las instituciones del Estado son resultado de acciones compartidas que en su momento, esperamos que así sea, la justicia ordinaria esclarecerá debidamente.

Pero hay actos que únicamente corresponden al presidente saliente y que están mucho más allá de las instancias terrenales y que corresponden, según el listado del cardenal Girotti, al ámbito de la sanción divina. Porque él es único responsable de la destrucción de valiosos ecosistemas para beneficiar a proyectos mineros de cielo abierto; devastar los humedales de ambas costas del país para puertos y proyectos inmobiliarios, arrasar áreas protegidas de las riberas del canal para favorecer empresas de su proximidad; concesionar la explotación de la riqueza marina, de las selvas y de las aguas para satisfacer intereses de empresas ligadas a sus amistades o a su persona, provocando el deterioro y contaminación del medio ambiente .

También es el único responsable por las muertes en la Comarca Ngobe Buglé y en Bocas del Toro, así como en la ciudad de Colón como resultado de las protestas por la apropiación y ventas de tierras en un claro acto de injusticia social; es igualmente responsable de la manipulación y control de alimentos con el propósito de favorecer empresas de su propiedad con el encarecimiento de los mismos, agudizando el empobrecimiento de grandes sectores de la población.

También es, y en eso no ha hecho ningún alegato en su defensa, responsable único de los contratos multimillonarios para obras inconclusas, defectuosas o innecesarias a las cuales se le han concedido sucesivos sobrecostos con cargo al erario público y al sudor de los contribuyentes dejando una deuda pública que rebasa los 20 mil millones de dólares;, de transacciones corporativas con empresas del Estado y de venta de bienes públicos por debajo del valor real.

Entendemos que la excomunión del papa Francisco no alcance al presidente saliente, pero de lo que estamos seguros es que, de acuerdo al Listado Girotti, no alcanzará el perdón de Dios.
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