jueves, 31 de marzo de 2011

Kelsen y la Teoría Pura del Derecho

Francisco Díaz Montilla

Hans Kelsen nació en Praga (entonces perteneciente al Imperio Austro-Húngaro, actualmente capital de la República Checa). Obtuvo una cátedra de Derecho en Viena y colaboró en la redacción de la Constitución austriaca que sería adoptada en 1920, tras finalizar la Primera Guerra Mundial; posteriormente, continuó con su actividad docente en diversas universidades de Europa y Estados Unidos, país en el cual se radicó y del cual obtuvo la nacionalidad al estallar la Segunda Guerra Mundial...

http://doxa-filosofica.blogspot.com/2011/03/kelsen-y-la-teoria-pura-del-derecho.html

martes, 29 de marzo de 2011

Pragmatismo y verdad

Francisco Díaz Montilla

De acuerdo con “la máxima pragmática”, el significado de un concepto viene dado por la referencia a las consecuencias prácticas o experimentales de su aplicación. ¿Qué consecuencias tiene la aplicación de la palabra ‘verdad’?

http://doxa-filosofica.blogspot.com/2011/03/v-behaviorurldefaultvmlo.html

Teoría minimalista de la verdad

Francisco Díaz Montilla

Quienes discuten  sobre la verdad se suelen clasificar en dos grupos: los inflacionistas y los deflacionistas. Para el inflacionista, la palabra "verdad’"o "verdadero" expresa un predicado que se atribuye a cierta clase de entidades: los enunciados, las proposiciones o las oraciones. Para el deflacionista el término "verdad" no expresa un predicado, sino que es evaluado a partir de los roles que puede desempeñar en la articulación del discurso...

http://doxa-filosofica.blogspot.com/2011/03/normal-0-21-false-false-false-es-x-none.html

Otro fantasma recorre el mundo

Pedro Luis Prados S.

Hace un par de décadas, el filósofo Jacques Derrida (1930-2004) publicó un ensayo titulado Mal de archivo, en el que advirtió la amenaza que pesa sobre la información confidencial con la expansión del internet. El archê, concepto entendido por los filósofos griegos como el principio –y del cual deriva la palabra archivo, arca, arcano, arquetipo– define la sustancia que permanece oculta y de la cual emanan todas las cosas. Ese principio secreto, que no se muestra superficialmente y sólo es accesible a los iniciados en determinadas formas de conocimiento –religioso, filosófico o científico– constituyó desde la antigüedad hasta nuestros días el núcleo del saber al cual se accede por vía intelectiva o espiritual.

Así, la palabra archivo adquirió el significado de lo guardado, lo críptico, aquel documento no dispuesto a la luz pública y que su acceso requiere autoridad. Esa propiedad del archivo, que tanto éxito ha dado a las novelas de Dan Brown y Umberto Eco, parece tener sus días contados con el surgimiento del internet y las redes sociales como medios masivos de comunicación. Su indeterminada situación en el ciberespacio hace que la información esté en todas partes y accesible a todos los usuarios. A pesar de los esfuerzos especializados por “encriptarlos” el archivo digital siempre está en peligro de ser abierto y, lo más peligroso, de ser divulgado no a un confidente, sino a todo el mundo.

El escándalo suscitado por Wikileaks al “desencriptar” documentos secretos del Departamento de Estado de Estados Unidos –la maquinaria de archivos secretos mejor protegida del mundo– estremeció los mecanismos de seguridad del gran coloso y socavó gobiernos, políticos e instituciones de sus aliados y colaboradores. El efecto dominó provocado por las informaciones difundidas por las redes en algunos países árabes ha sido devastador y anuncia nuevas formas de concitación política y de coligación de fuerzas en escenarios controlados por gobiernos de excesiva centralización.

La información del Departamento de Estado emanada de sus diplomáticos y estamentos de seguridad reveló pactos, comentarios y rejuego de intereses dentro del panorama político mundial. La corrupción, los dobles discursos y los mitos ideológicos articulados para el manejo de las mayorías han sido puestos al descubierto y la “deconstrucción”, como diría Derrida, ha echado por el piso los “metarrelatos” –grandes frases y discursos emancipadores– diseñados para narcotizar a las mayorías.

El papel de la “folletería” utilizada por Trotski durante la Revolución Rusa, o el poder difusor de la radio destacado por Hitler con su frase: “Las grandes campañas no son de los grandes escritores, sino de los grandes oradores”, han sido sustituidos por lo que medios internacionales denominan bloggers (blogueros). La revolución iniciada en Túnez y extendida a Yemen, Palestina, Jordania, y que culminó con la caída de Hosni Mubarak en Egipto, desató la guerra civil en Libia y rompe el aislacionismo sirio, sólo es atribuible al anónimo usuario de internet que desde su ordenador, blackberry o celular envía una y otra vez la información invadiendo habitaciones, trabajo, escuelas y espacios íntimos, desplazando el control de los medios masivos y el temor de los espacios públicos. Una relación sin mediaciones ni verticalidad institucional aparece como nuevo vínculo entre los individuos y hace a cada cual gestor y participante.

El internet, cuyos orígenes militares son conocidos, ha pasado a ser herramienta de trabajo, medio de entretenimiento, recurso didáctico, banco de información, dispositivo para el delito, instrumento para habladurías y finalmente arma liberadora. Irrumpiendo en las conciencias de las mayorías devela los encubrimientos y distorsiones que el poder utiliza para el sometimiento de pueblos, cuyos bajos niveles de cultura política los hace vulnerables a la manipulación gubernamental.

Sepultado el fantasma anunciado por Marx en su Manifiesto Comunista por el peso de sus propios discursos, 150 años después otro fantasma recorre el mundo y sin elaboradas propuestas ideológicas es capaz de movilizar grandes mayorías y redefinir el escenario mundial con entornos difíciles de precisar.

A la globalización económica y a la globalización del conocimiento científico y tecnológico se suma ahora la globalización de la información con verdades distintas a los medios institucionalizados. Una forma de democracia horizontal, con igualdad de opciones para interpretar la realidad, se diseña progresivamente con el conocimiento que adquieren los pueblos de los hechos ocultos tras los aparatos de poder. Una comunicación que convertirá a las sociedades en agentes más críticos y participativos; hará a los individuos más próximos unos a otros y a los pueblos más conscientes de sus derechos, pero, sobre todo, obligará a los gobernantes del mundo a ser transparentes en sus actuaciones y ser temerosos del espectro cargado de gigabytes que levita en el ciberespacio.

http://impresa.prensa.com/opinion/fantasma-recorre-mundo_0_3078442276.html