sábado, 10 de marzo de 2018

República de Tule

Miguel Montiel Guevara

En mi apacible retiro de clases del claustro universitario hoy soy un observador más que actor de los acontecimientos de la vida nacional, sobre la que pienso escribir en el tiempo que me queda.

Es así que leí con atención el artículo de la nieta de Andrés Mojica sobre su abuelo, aparecido el pasado 3 de marzo.

Yo haría lo mismo sobre mi abuelo zapatero venezolano Eugenio Montiel o el curandero del Bayano Arcadio Fulo Guevara. Por su importancia histórica aludo al tema.

El 4 de marzo se cumplió el 93 aniversario del fin de la efímera República de Tule: del 12 de febrero al 4 de marzo de 1925. No debatiré aquí sobre ella. Me limitaré a transcribir un párrafo del opúsculo que publiqué en la Revista Societas de la Universidad de Panamá, Vol. 15, No. 2, de diciembre de 2013.

“El recuento de Wuagua es más extenso. Pero, como dije antes, todas las causas a que arriban unos y otros son válidas. Así de compleja fue la situación que originó la creación de la efímera República de Tule, que existió del 12 de febrero al 4 de marzo de 1925.

Fue entonces cuando caí en cuenta de la verdadera trascendencia histórica del acontecimiento histórico de la República de Tule, de su singular importancia histórica: la República de Tule es la primera y la única república independiente de una etnia originaria, autóctona, de todo el continente americano desde Alaska a la Patagonia.

La república boliviana multiétnica de Evo Morales es eso, una república multiétnica. La República de Tule fue exclusivamente de los gunas, no compartida con ninguna otra etnia del continente ni de ninguna otra parte. Eso es también parte de la historia nacional porque la etnia guna lo es y porque esa república tan especial nace vinculada directamente con sus contrapartes en el territorio del istmo, aunque lo hayan sido como contendientes.

Esta sola circunstancia justifica plenamente su inserción en un lugar destacado, no solamente de la historia nacional, sino también del continente americano.

Vamos ahora a la cuestión puntual del enigma de la bandera”.

La Prensa, 10 mar 2018